18 de octubre de 2018

El "milagro" de Arenillas

El pueblo soriano de Arenillas es un rayo de esperanza en la lucha contra la despoblación en Castilla y León. En un año, el pueblo ha aumentado su población casi un 50%, por lo que es considerado por las administraciones como un «ejemplo» contra un problema endémico en la Comunidad. Como ejemplo, los niños suponen ya el 10% de su población, algo impensable en la mayoría de los pequeños municipios de la región... SEGUIR LEYENDO

Noticia de la edición digital del ABC del 8 de octubre de 2018

30 de septiembre de 2018

Nuestra Señora de los Prados



En el extremo norte del pueblo de Ciruela encontramos un edificio sencillo y muy reformado pero que conserva las hechuras del primitivo templo románico: La Virgen de los Prados
La caja muraria de la nave y cabecera de testero plano y la portada canónicamente orientada al sur son del último y mas sencillo del románico rural, construido en mampostería enfoscada reforzada con sillares en esquinas y vanos.
En el siglo XVII o XVIII se recreció la cabecera con sillares para colocar una armadura ochavada. Conserva la ventana rasgada y abocinada por dentro y por fuera que ilumina el altar. El arco triunfal de medio punto que comunica la nave con una capilla está rehecho y también las bóvedas que cubren la nave de cuatro tramos con un coro alto de madera a los pies. La espadaña con dos vanos de medio punto también es un añadido de la reforma
Al exterior, el muro norte conserva la cornisa original con perfil de bisel y listel, sobre canecillos de nacela. El muro sur fue alterado, añadiéndole la sacristía, el baptisterio y el atrio con tejado a un agua que resguarda la portada con un sencillo arco de medio punto con una arquivolta rodeada de tornapolvos con perfil de nacela, y apeando en jambas escalonadas coronadas por imposta moldurada con listel y nacela. 

En el añadido del baptisterio, al que se entra por el pórtico, se conserva la pila original de arenisca, muy mal conservada, que es de copa troncocónica decorada con gallones y un bocelillo en la embocadura. Mide 119 cm de diámetro × 64 cm de altura, alzándose sobre un tenante cilíndrico moldurado con dos boceles, de 22 cm de alto. Es similar a la de Ligos y Aguilera. Dentro de la iglesia se conserva también un capitel vaciado que funciona como pila aguabenditera. Mide 26 cm de altura × 36 cm de ancho y se decora con dos niveles de hojas lanceoladas en los ángulos y volutas a modo de lises en los frentes. Hay tambien una basa románica de perfil ático, con toro inferior con garras y sobre plinto.  
Fuente: Romanico Digital
Fotos: Fundacion Santa María La Real. Centro de estudios del Románico

24 de septiembre de 2018

Nuestra Señora de la Calle


Además de la iglesia de San Miguel Arcangel, obra románica de las más sobresalientes de la comarca y de la Ermita de Santa Lucía en lo alto del cerro, de la que hemos hablado recientemente por las excavaciones que sacaron a la luz los cimientos de un ábside mozárabe con planta de herradura en su interior, posee Andaluz otro vestigio de su pasado románico, se trata de la cabecera del antiguo templo de Santa María de la Calle, que se encuentra a unos cien metros de la de San Miguel, rodeada de construcciones que la hacen pasar casi desapercibida. Estaba en un estado bastante lamentable hasta que en 1988 fue restaurada por  la Escuela taller de Berlanga. En la web Románico Digital se hace la siguiente descripción de la iglesia: 

La cabecera, levantada en mampostería salvo los esquinales, encintados de vanos y soportes, en piedra sillar, se compone de tramo recto presbiterial y ábside semicircular. Ambos estaban abovedados en origen, el primero con bóveda de cañón -reemplazada por armadura a dos aguas- y el hemiciclo con bóveda de horno, y de ambas restan los riñones, sobre impostas achaflanadas. Aunque ha desaparecido el triunfal que daba paso al presbiterio, seguramente doblado, se mantienen los responsiones con semicolumnas adosadas -sobre altos basamentos- que les servían de apoyo. Las columnas presentan basas de perfil ático, con toro inferior aplastado y más desarrollado y fina factura. Las coronan capiteles vegetales, el del lado del evangelio con dos grandes hojas lisas de puntas rematadas en volutas y dos hojitas nervadas entre ellas. El capitel del lado de la epístola muestra doble corona de hojitas lisas lanceoladas, moldurándose ambos cimacios con listel y bisel. La bóveda de horno del hemiciclo se ceñía por un arco doblado que apoya en sendos capitelillos pinjantes, a modo de ménsulas, lisos. 


Una estrecha saetera, fuertemente abocinada al interior, se abre en el eje del ábside, y otra -muy alterada- daba luz al muro sur del presbiterio. Hoy día se accede al recinto a través de un vano adintelado moderno abierto en el muro del ábside. Junto a varias estelas discoideas ornadas con cruces, en el interior se conserva una pila bautismal de cronología románica, labrada a hacha. Su copa es troncocónica, con un bocelillo en la embocadura, y exteriormente se faceta dando como resultado un polígono de 16 lados. Mide 1,09 m de diámetro × 0,68 m de altura. Una pila de muy similares características a esta de Nuestra Señora de la Calle se conserva en el interior de la cercana iglesia de La Ventosa de Fuentepinilla. Durante la excavación de 1988 se documentó, además, un horno y un molde de fundición de campanas, probablemente de principios del siglo XIX.

Fotos: Románico digital y Soria románica.

22 de septiembre de 2018

Románico en Abanco

La iglesia de San Pedro, en Abanco, de la que dijo Madoz que acaso fuera la mejor de todo el partido de Berlanga, se acabó en 1718 pero guarda en su interior una pila bautismal tardorrománica del siglo XIII que vino de un templo anterior del algunos han sabido ver los restos en una de las calles del castigado caserío. La pila, muy sobria, tiene una sencilla copa troncocónica decorada con bandas verticales y una basa formada por un toro con garras en forma de volutas.

También es románica la talla de la Virgen de la Paz expuesta en el altar mayor  y que se saca en procesión el día de la fiesta.

13 de septiembre de 2018

Santa Lucía de Andaluz


En las excavaciones que desde mayo se llevan a cabo en la iglesia de Santa Lucía, en el cerro de Andaluz, ha aparecido un ábside de planta cuadrangular en el exterior y de arco de herradura en su interior, caso inédito en la provincia y muy escaso en la arqueología medieval castellana, lo que permite asegurar que se trata de un templo mozárabe de entre los siglos X y XI, coetáneo de San Miguel de Gormaz y San Baudelio

En el entorno de la iglesia está catalogado un yacimiento de la Edad del Hierro donde se han encontrado muchos restos celtibéricos y donde frecuentemente aparecen huellas de buscadores furtivos. En esta ultima intervención, el equipo dirigido por Diana Vega ha encontrado un maravedí de Enrique IV, tejas con dibujos, una canalización entre la esquina suroeste y la sureste e indicios de la reforma del suelo de la iglesia cuya  nave mide 16,75 x 7,54 metros y la cabecera 4,74 x 4,40 metros
También en el cerro hay referencias históricas de una fortificación que comunicaría visualmente con la alcazaba de Gormaz de la que futuras excavaciones podrían aportar mas datos. En un cortado del cerro parecen identificarse restos de una atalaya árabe similar a la  Torremocha de Fuente Tovar.
La Villa de Andaluz tuvo uno de los fueros mas antiguos de Castilla, concedido por Alfonso VI en 1089 y fue cabecera de una Comunidad de Villa y Tierra a la que pertenecían las aldeas de Valderrueda, Valderrodilla, Fuentepinilla, Torreandaluz, Osona, La Seca, La Ventosa, Centenera, Fuentelárbol y Tajueco.




12 de agosto de 2018

Las fotos de Don Ramón

El pasado 11 de agosto se presentó en el ayuntamiento de Berlanga el libro "Campos y gentes en la mirada de Ramón Cortés Gamarra".
Es este el cuarto libro de fotografías publicado por la Asociación de amigos del Castillo, que recopila unas  200 instantáneas en blanco y negro, que el farmacéutico Ramón Cortés realizó entre 1928 y 1977 a gentes y parajes de su pueblo. Sus herederos han cedido a la Asociación mas de 600 fotos.
Don Ramón, el boticario, fue un gran aficionado a la fotografía. Lo recordamos con la cámara colgada al cuello junto a su perro boxer de nombre Lord, paseando por  los alrededores del pueblo. Muchas familias lo recuerdan todavía como un hombre generoso y bueno que ayudó a mucha gente necesitada en los difíciles años de la posguerra. El ayuntamiento agradeciendo esta generosidad y la cesión de algunos terrenos de su propiedad, puso su nombre a la calle entre el cuartel y las escuelas.
Auguramos al libro una buena travesía.

24 de febrero de 2018

Los enebros

Enebros en Las Cabezuelas

"...Los enebros constituyen un milagro de la naturaleza. Son fuertes y bellos. Su madera, más resistente que el hierro a la humedad y al calor, es muy apreciada para los usos a la intemperie.

Surgen en los montes o páramos como por generación espontánea y cuando mueren unos, nacen otros. O esa percepción tiene el nativo que siempre vio el paisaje plagado de aquellos ejemplares. En sus tiempos los campesinos los cortaban para hacer vallas o cercas.

Pero si uno piensa que para el desarrollo de un enebro de esos de dos o tres metros deben pasar decenas de años, a veces siglos, se le pone la carne de gallina cuando llega un intruso y lo interrumpe como si de una alimaña o de un estorbo se tratara.

Hoy todos somos más sensibles a esa circunstancia cuando sabemos, como hay que saber, que los enebros no se pueden replantar. Hay que esperar a que un pájaro ingiera una de las bayas que como fruto produce el arbusto. La digiera en su estómago y la deposite luego mezclada con sus excrementos en terreno fértil para que fructifique y surja el nuevo retoño.


Nada de generación espontánea. Para que un enebro pueda nacer hay que ver millones de semillas perdidas o diseminadas por el viento. Y eso después de haber pasado por el estómago del pájaro porque nunca prenden sin ese requisito. Después, cincelados por el viento, se convierten en esculturas majestuosas que podrían ser firmadas por el más exquisito artista..."

Turzo, un lugar de la España Resignada (Eduardo Tarrero de Pablo)


El enebro, también conocido como sabina albar (Juniperus thurifera), se distribuye por más de 10.000 hectáreas, en altitudes que varían de 900 a 1.300 metros, sobre sustratos de diversa naturaleza, aunque predominan los calizos. Su robustez le permite ocupar zonas, en general, no aptas para otras especies arbóreas.
En nuestra comarca es digno de citarse el extenso enebral de Matapozuelos, Los Charcos y El Pontón, en Morales, Aguilera y Berlanga. Para visitarlo se accede desde Berlanga, o bien por Morales, donde existe un original enebral sobre terreno arenoso y otro más extenso sobre calizas. En las cercanías del rio (por el molino) y dignos de ser visitados, crecen varios enebros verdaderamente descomunales, de alrededor de 20 metros de altura y cerca de 2 de diámetro. Como estos debieron ser los enebros que dejaron estupefacto al romano Plinio.

También son muy destacadas las manchas de enebros en Andaluz y Bayubas de Abajo.